jueves, 27 de febrero de 2014

Aspectos culturales: tradiciones y costumbres del Quilaco Antiguo


Los Angelitos

    Estos hechos ocurrieron muchos años atrás en nuestro pueblo de Quilaco, relatos dados por una notable Vecina de Quilaco , la Sra Lidia Arteaga.

"Un Angelito siendo velado"

-Alrededor del año 1920 se acostumbraba a velar los angelitos ubicados en una silla con un platillo en las manos para recibir las erogaciones de los asistentes del velorio. Para mantenerles los ojos abiertos se los colocaban en trocitos de palos de fósforos. Luego cantoras especialmente contratadas entonaban algunas canciones especiales para estos casos mientras algunos bailaban una especie de cueca balseada, cuya letra era muy sentimental y apropiada para la ovación. Claro está que otros de los patios se preocupaban de contar chistes y chascarros entretanto degustaban buenos Mostos y Gloraos para despedir los angelitos.


                                                Violeta Parra, Rin del Angelito

Pero todo no terminaba allí. Había personas que solicitaban prestados los angelitos para también darle su despedida. En este aspecto es ´oportuno recordar un hecho muy pintoresco protagonizado por una vecina de Quilaco la SRA. NIEVES LAGOS DE FUENTE, la cual pidió prestado a un angelito para atraer vecinos y poder vender  una pipa de chicha de varias arrobas que peligraba en avinagrarse e. El éxito fue total, la chicha se hizo poca para la alegría de doña Nieves. Pero entre, los concurrentes no falto el chusco que creo varios versos aludidos ala la oportunidad y de los cuales destacamos los siguientes:

QUE GLORIOSO EL ANGELITO,
QUE MURIO CON TANTA DICHA
MAS GLORIOSA LA SRA. NIEVES
QUE VENDIO SU PIPA DE CHICHA……….

Deportes Quilaquenses

    Existían las topeaduras a caballos  en el que participaban huasos que a veces achispados por unas copas demás se agarraban a punta de “argolla, penca y estribos”. En esta oportunidad los representantes de la ley denominados por el vulgo  como “pacos” debían  montar buenas cabalgaduras y ser diestros jinetes para poder enfrentarse en forma temeraria con los huasos alborotados.

Supersticiones.

    En esa Época, cuando una niña casera era asedeada por algún galán durante la noche se le presentaba un duende que en algunas oportunidades le prohibía que siguiera con esa relación sentimental, y si la dama persistía en su afán, el duende la amenizaba con grandes calamidades. Muchas niñas siguieron los consejos de estos personajes de leyendas y se quedaron viudas por el resto de sus días.


Otra tradición muy popular en Quilaco , hasta alrededor del año 1940, era cortar los tacos de los zapatos de las personas difuntas ante depositarlas al ataúd, ya que ellos imitaban a los zapatos del diablo lo que facilitaría la labor del mandinga para llevarse el alma del muerto.

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